Ocurrió en Birmingham. La acusada, de 23 años, es calificada como «la vecina del infierno».
Al ser encarcelada por tener ruidosas relaciones sexuales, Gemma Wale -residente en Bimingham- se enteró que en el barrio Small Heath le decían “la vecina del infierno”.
Wale no acudió al juzgado por lo que la juez encargada del caso tuvo en cuenta “su falta de remordimiento por su comportamiento” y la condenó a dos semanas de cárcel, que ya ha cumplido.
La denuncia contra la joven, de 23 años, llegó al ayuntamiento por los “insoportables ruidos” que se escuchaban en su departamento cuando ella tenía relaciones sexuales, informa Daily Mail.
El acabóse ocurrió el 29 de enero último a las 5 de la mañana, cuando la joven empezó a gritar tan alto que despertó a buena parte del vecindario. Los gritos se prolongaron por 10 minutos.
«Es sexo realmente ruidoso… Es difícil encontrar, incluso, la palabra para describirlo», declaró uno de los testigos en el juzgado. “La escuchaba tener sexo y mis hijos también. Solía encender la televisión cuando ocurría”.
La reputación de Gemma fue seriamente dañada por sus vecinos. Otro de los testigos añadió que en una ocasión “había un hombre aporreando su puerta y el hermano de este hombre estaba saliendo por la ventana trasera de Gemma al mismo tiempo”.
La acusada tiene dos hijos, un niño y una niña. “Es una absoluta vecina del infierno. No quiero volver a verla nunca más”, declaró otra vecina.
